Menuda semana llevo jajajaj y es que no he parado y no de hacer proyectos si no de ir de aquí para allá. El domingo me marché a Pamplona hasta el martes a estar con mi padre y nada más volver con las calores típicas de Zaragoza y Agosto nos fuimos a la piscina e improvisamos una escapada a un refugio para el día siguiente. Sí sí, a un refugio. Mi marido tenía ganas de hacer una ruta por la montaña en familia y hacer noche en un refugio y aprovechando que eran las lágrimas de San Lorenzo, qué mejor escapada que al pirineo para verlas mejor.
El miércoles por la mañana nos hicimos desde los baños de Panticosa una subida al refugio de Bachimaña, ¿habéis estado? es una ruta de unas 3 horas andando con bastante desnivel y tengo que reconocer que el último tramo me costó un poquito, hacía mucho calor y eran las 16 horas, pero lo conseguimos. Pero merece la pena, os animo a que de vez en cuando os escapéis a la montaña y olvidarse de la ciudad, cunde muchísimo y desconectas un montón.
Así que hoy aprovecho a enseñaros lo último que he hecho y me despido porque el domingo nos vamos a la playa 15 días, así que no escribiré hasta el próximo mes. Intentaré hacer proyectos de tejer que me apetece. Prometo enseñaros las cosas.
Aquí tenéis otras alpargatas. Estas las hice para mi hermana y la verdad que esto de las suelas es horrible. Ella tiene una talla 36 y es lo que cogí y cuando se las prueba a la pobre le sobraba tela por todos los lados ARRGGGG. No son fáciles de hacer y todo tiene su truco. El resultado no ha sido de 10 pero no puedo quejarme. Todo es cuestión de práctica, así que seguiré haciendo.
Espero que os guste y disfrutéis mucho ;))
